Las evaluaciones y yo

Relato (corregido del diagnóstico)

"Creo que mi experiencia relacionada con las evaluaciones pasó por distintas etapas ligadas a distintos momentos de mi escolaridad, además de los diferentes asignaturas.

En la básica, hasta 5º básico como mínimo, las evaluaciones eran "entretenidas", al menos las que recuerdo. Habían algunas que me angustiaban más por tener problemas con esas materias, pero no me iba mal en general. Lo que sí me complicaba era la profesora, "La Bruja" (así se autodenominaba). Ella era violenta, agresiva y constantemente humillaba a los alumnos frente a los demás compañeros en caso de tener malos resultados, así que eso era algo que trataba de evitar a toda costa. Sí hubo ciertos trabajos y presentaciones que disfruté haciendo, que nos permitían jugar e inventar cosas.

Ya en 6º empecé a encontrar que todo se hacía más fome. Las evaluaciones se limitaban a pruebas escritas de memorización y presentaciones, que eran básicamente lo mismo; controles de lectura que eran iguales a los de 1º básico; todo una lata. En 1º medio volví a disfrutar una prueba, que era de comprensión y análisis de lectura. Estaba tan contenta dando la prueba que me tomé el recreo feliz para terminarla bien.

Creo que a lo largo de mi escolaridad nunca tuve evaluaciones puramente formativas, que estuvieran orientadas sólo a dirigir o revisar el proceso. Finalmente todas eran calificadas de alguna forma, ya fuera como una nota directa al libro o como las famosas "acumulativas" que al final del año se promediaban. Por supuesto estaban también todos los puntos ganados por hacer tareas y responder bien en clases. Todo siempre se transformó en una nota.

Trato de hacer memoria y ver si alguna vez tuve alguna evaluación que no fuese "heteroevaluación". Creo que en algunas ocasiones tuvimos que autoevaluarnos en ciertas asignaturas, pero no era algo se hiciera de manera constante. Fuera de eso, creo que no hubo nada... en general ni siquiera teníamos mucha retroalimentación posterior a las evaluaciones.


En mis experiencias universitarias conocí realmente lo que era angustiarse por una evaluación. En Historia finalmente la situación me superó y me retiré. En Gastronomía, al menos para mi, la dificultad era menor, aunque igual entraba en pánico antes de las pruebas prácticas. Ahora me pongo ansioso y con algunos ramos o profesores es peor, pero he tratado de hacer un trabajo personal y recordar que una prueba no determinará mi vida."

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